La carne ideal en nuestra dieta diaria
La falta de información científica actualizada con respecto a la industría porcícola, ha repercutido directamente en la percepción que se tiene de la carne de cerdo, tanto del sector médico como del consumidor, creando mitos en torno a su consumo. Es por esto que los porciculores mexicanos, en conjunto con el American Quality Lab. S.A. de C.V., con el apoyo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirón, así como de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, realizá el esfuerzo de actualizar la información de carácter científico para conocer los atributos nutricionales de la carne de cerdo mexicana.
Encontrando resultados como que debido a la genética de última generación, así como la mejora continua de las condiciones de sanidad e higiene, se produce ganado porcino sano y, por ende, carne magra e inocua de alta calidad, con casi el 14% de grasa entreverada en el músculo que, en un grupo de cortes, sólo llega al 3%, con un importante contenido de vitaminas esenciales y otros nutrientes.
La grasa de cerdo contiene una mayor porporción de grasas mono y poli-insaturadas o “deseables”(cercana al 70%) y menor cantidad de grasas saturadas o “ indeseables” (entre 30 y 40%).
Las grasas poli-insaturadas contribuyen a mantener bajos niveles de colesterol en la sangre y ayudan a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.